sábado, 12 de noviembre de 2016

Actividad 3.

Para esta actividad del primer bloque de contenidos he elegido el caso práctico número 1 por ser de la etapa educativa en la que yo trabajo. Adrián comienza el curso escolar en un centro nuevo. Tiene pocas habilidades sociales. Desde las vacaciones de Navidad se muestra triste y comienzan a sucederle “incidentes” con algunos compañeros de clase. Los padres dan cuenta de la situación al colegio desde donde se resta importancia a la situación. Los “incidentes” se convierten en continuados y con mayor gravedad en una escalada en la que Adrian se encuentra cada vez más solo, más aislado…
¿Estos hechos pueden considerarse como acoso? Pienso que sí. Adrián es un claro ejemplo de una víctima pasiva:
1. El niño tiene pocas habilidades sociales, no tiene muchos amigos por ser nuevo en el centro, es tímido, no responde a las provocaciones, burlas o agresiones. Además, según pasa el tiempo comienza a cambiar mostrando tristeza, no quiere ir al cole.
2. Hay un desequilibrio porque es un grupo los que actúan contra un alumno. Estos alumnos  muestran: exclusión pes ara las actividades o juegos, burlas con palabras y gestos y finalmente agresiones físicas.
3. Hay un desequilibrio entre las emociones que sienten  tanto Adrián (negativas) como sus compañeros (positivas).
4. Las situaciones se repiten aumentando la frecuencia, cada vez se suman más compañeros y se mantienen en el tiempo. 
¿Qué documentos o planes del centro deben contemplar y tener previstas este tipo de conductas?
     Se deben dar respuesta a estos casos desde el Proyecto Educativo de Centro que tendrá una parte específica dedicada a la convivencia (Plan de Convivencia, Reglamento de Régimen Interior….).  Algunos centros han elaborado también su propio Plan específico de Prevención y Actuación del Acoso Escolar.
También puede ser importante que los centros cuenten con Programas o Proyectos relacionados con la educación emocional y la resolución pacífica de los conflictos. Los objetivos que se persiguen, las actividades a realizar y la evaluación de la efectividad de las mismas deberían aparecer como elementos transversales en las programaciones de aula.
¿Qué te parecen las reacciones del jefe de estudios y de la tutora?
Me parecen desacertadas. En primer lugar porque hacen sentir tanto a Adrián como a su familia como que hacen un problema de algo que no tiene importancia, incluso creen que el problema es de Adrián o de sus padres por no hacer los suficientes esfuerzos para relacionarse con los demás. Deberían haber escuchado al niño y a su familia. Importantísimo que desde las primeras noticias hubieran iniciado una observación objetiva de las situaciones diarias del aula y del patio. También que hubieran hecho sentirse protegido al niño.
En el caso del Jefe de Estudios además me parece fatal que todo lo que se le ocurre para solucionar el problema lo haga por la vía de la imposición y para evitar que la familia “se queje”, monte “jaleo”.
La actuación del colegio me hace reflexionar sobre el hecho de que, en ocasiones, y con buena intención la mayoría de los casos, tratamos de restar importancia en estas situaciones. En el caso de Primaria y particularmente cuanto más pequeños son los alumnos se hace muy difícil creer que nuestros alumnos sean capaces de ser “acosadores” de otros, de provocarles lesiones, de burlarse de, de hacer “la vida imposible” a otros como ellos. Creo que inconscientemente no podemos creer que estos casos puedan pasar en nuestras aulas.
¿Qué medidas educativas y/o disciplinarias podrían activarse ante estos hechos?
Debemos intentar que estos hechos no lleguen a producirse, por lo tanto son muy importantes las medidas educativas relacionadas con la prevención. Incorporar actividades de cohesión de los grupos en nuestras programaciones como actividades que duran todo el curso, trabajar siguiendo los principios del aprendizaje cooperativo, incluir la educación emocional, consensuar las normas y sus consecuencias  que van a regir nuestra convivencia y contar con el tiempo necesario para resolver de forma satisfactoria los conflictos deben ser algo aceptado como necesario por toda la comunidad educativa.
Cuando los hechos se producen hay que estar alerta. Utilizar sistemas de observación que nos permitan darnos cuenta de lo que ocurre y del alcance que tiene. Hay que trabajar tanto con los que se sienten acosados como con los que “acosan”, los que los jalean y TAMBIEN con los que “miran para otro lado”. Se tienen que diseñar actividades específicas en el aula y en los patios (alumnos acompañantes, actividades muy guiadas, reflexión personal con los alumnos…..). Es necesario que las familias de los implicados sean informadas y se trabaje con ellas.
En último lugar y si la situación persiste será tarea de la comisión de Convivencia del Consejo Escolar puede analizar el caso y tomar las medidas disciplinarias que se determinen siguiendo los cauces administrativos que marca nuestra legislación.
¿Qué opinas sobre los comportamientos de los alumnos?
Esta situación comienza sólo desde un alumno, Félix, pero pronto se extiende a otro pequeño grupo que se suma por experimentar poder sobre otros, sensación de control y superioridad ante otros, sentirse “protagonistas”.
Adrián se siente  triste, lo pasa mal pero, al menos, unas relaciones familiares basadas en la confianza, hacen que le traslade lo que le está pasando a su familia y eso es muy positivo. Hay veces que los niños tienen tanto temor o se avergüenzan de que a ellos les esté pasando esto,  que ni siquiera son capaces de contarlo en sus casas.

Por último está el grupo de “observadores". Saben que lo que hacen Félix y su grupito está mal, les gustaría mostrar su apoyo a Adrián pero les puede también el miedo y el temor a convertirse ellos también en “víctimas” y por eso callan. Es muy importante la intervención con este grupo de alumnos. Son claves para la solución de los casos de acoso.

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